martes, 30 de octubre de 2007

Les pétroleuses

Lo menos que Serge esperaba esa noche desleída de junio era una llamada desde España. Al otro lado de la línea una voz bien conocida, quebrada por el orgullo. BB lo dejaba, sin más (antes, las gestiones por teléfono era mucho más sencillas que ahora: fulminantes). Llamaba desde un lustroso hotel sesentero de playa, La Parra, en un pueblo cualquiera con nombre de agua dulce. Andaba por esa esquina del continente rodando una película con Claudia Cardinale, Las Petroleras, un western femenino y risueño. Quizá al lado de ella, apoyada en el quicio de la cabina, estaba la otra petrolera, la italiana, dándole ánimos como una adolescente compañera de cabalgada. Quizá por eso, o por sentirse muy lejos de él, muy al sur. Tan al sur que por mucho que Serge hundió la voz hasta los codos, sólo recibió del teléfono un silencio intermitente.


Para allá me voy yo ahora mismo, a reirle la gracia a la Bardot (y llorarle un poco al pobre Serge), buscando irremediablemente, como siempre, mi esquina dorada del sur este, de este sur.


Une nuit que j'étais
A me morfondre
Dans quelque pub anglais
Du cœur de Londres
Parcourant l'Amour Mon-
Stre de Pauwels
Me vint une vision
Dans l'eau de Seltz

Tandis que des médailles
D'impérator
Font briller à sa taille
Le bronze et l'or
Le platine lui grave
D'un cercle froid
La marque des esclaves
A chaque doigt

Jusques en haut des cuisses
Elle est bottée
Et c'est comme un calice
A sa beauté
Elle ne porte rien
D'autre qu'un peu
D'essence de Guerlain
Dans les cheveux

A chaque mouvement
On entendait
Les clochettes d'argent
De ses poignets
Agitant ses grelots
Elle avança
Et prononça ce mot :
Alméria...!




domingo, 14 de octubre de 2007

Ligera poesía despechada y tropical

Esto fue para X.


Órdago a grandes

No seré el primero ni el tercero
en gritar puta y después te quiero


¡Qué cojones
ni que escuela de Sabina o corazones!
Carlos Chaouen y su flema
no resuelven mis amores

Cuatro pibes o tres reyes
más la una no me salen
Es verdad que en el Caribe
estos juegos ya no caben

Ahí detrás de la jutía
sembré un ramo de mameyes
llegué tarde el quinto día
y se lo comién los careyes

No me reprochen así
que haya caído de nuevo;
la tercera y no vencí,
pero de ésta saldré entero.


Soneto con restregón

Con el bisturí de tu enseñanza
me abriste en canal las penas
nunca quise pensar mal
ni cortarme la melena

Ya vacié los armarios
cerradas van las maletas
este año seré asceta
fiel, gélido o incendiario

No me importa que te hayas
acostado con doscientos
Siempre que puedo me invento

las mentiras que no callas
No me mata que te vayas
si me crees cuando te miento

El olor que secó el viento
me trae tu coño canalla

sábado, 13 de octubre de 2007



Replico a NáN: los amigos, cada vez más extensos, más viejos, más primos. Cada vez menos guerra, cada vez más trinchera. Ahí me gustaría estar, codo con codo. Sí, definitivamente, parece que hay cosas que van bien. Abrazos a discreción.