Cuando la calle es
un caleidoscopio
me gusta andar rápido y
hacer acopio
de miradas sugerentes
saludos hábiles
disimulos falaces
Treinta minutos de marcha
entre congéneres de a pie
plantados contra el semáforo.
Vistazos al bies
sonrisas torvas o infames
noes y síes
dichos o deseados,
sublimados,
perpetrados.
La calle, la gente, es un
caleidoscopio
en esos días con
sensación a que
todos saben qué piensas
y les gusta,
y a ti lo que a ellos
y, fugaces, sus propósitos son los tuyos,
o se complementan.
Todo funciona, todo está bien
todo halló su sitio justo
y la luz baila sorteando
alma materia que ríe,
satisfechos como orquesta que
clava un último compás
en el marco de oro del
ritmo.
¿Acaba en negro esta farsa?
Acabe en negro esta farsa.
Granada, 2001
6 comentarios:
Esto está poca madre, tronco:
"en esos días con
sensación a que
todos saben qué piensas
y les gusta,
y a ti lo que a ellos"
Me encanta esa vibra. Es el hippie que todos llevamos dentro.
Y excelente por la nueva casa en la blogósfera. Estoy actualizando mis links. Un abrazo!
Marqués, qué bueno ver tu blog renovado. Ya había perdido yo tu antigua dirección. Este poema creo que me lo enseñaste hace bastante tiempo, no estoy seguro. Nos vemos, pues, en este blog y en el mío: www.kaluita.blogspot.com
Un abrazo.
el 2001 en granada, qué cosas! yo estuve ahí, ya estuve entonces! pero no era así como la sentía, aún no.
Probablemente aún estabas ahí sí, Ola. Paso de cebra de Severo Ochoa, en cruce con Constitución, 9:40. Yendo de Dr. Olóriz a la Facultad. Hacía frío. Probablemente tú aún sitiabas mi cuarto para conectarte a Internet y te preguntabas qué coño hacías estudiando informática. :D
Coño Ger, esa vibra tan sencilla y tan conocida por *muchos*. Nada espectacular, sólo una sensación fácil de conseguir con la droga e increíblemente extraña cuando se tiene sereno.
Qué bueno.
Granada, de los mejores sitios para inspirate y de los mejores para desquiciarte...
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